Salir de paseo o viajar a la naturaleza es una excelente alternativa para festejar el Día de la Madre; así la puedes homenajear con un evento memorable. Escoge opciones de acuerdo a la personalidad de tu mamá para que la experiencia sea lo más significativa para ella. Hay mamás más activas que son aventureras, corredoras, ciclistas; también hay mamás para quienes estar al aire libre significa respirar aire puro, admirar el paisaje, experimentar la ciencia. Sea cual fuere su estilo, estoy segura que, si es en familia, disfrutará al máximo.
1. Le regalas experiencias y no cosas
Los regalos físicos muchas veces están asociados a un uso temporal y empaques que, por lo general, tarde o temprano se convierten en desechos. Las experiencias con emociones que se convierten en memorias y aprendizajes. No tiene que necesariamente ser un viaje, puede ser una salida a un lugar cercano como un parque nacional o un área protegida del Estado (de acceso gratuito), a reservas privadas, a un resort remoto, o a hacer algún deporte de aventura con un proveedor turístico. Ecuador ofrece muchísimas alternativas a lo largo y ancho del país que se adaptan a cualquier presupuesto. Si quieres ideas, puedes revisar lo que ya hemos publicado en el blog sobre destinos en este enlace.

2. Te desconectas de tu celular y otros aparatos electrónicos
¿Quieres hacer feliz a tu mamá? Lo más probable es que no necesites de grandes regalos para lograrlo. Estoy segura que tu atención y la de los tuyos, haciéndose presentes en el momento y compartiendo tiempo de calidad, serán un tesoro para ella. Ya sea por no exponer los equipos a la intemperie, la posible baja o nula señal fuera de la ciudad, la falta de acceso a un enchufe eléctrico o simplemente por el ser consciente de la belleza del mundo natural, al salir al aire libre la gente socializa diferente y deja de estar pendiente de su teléfono.
3. Realizas actividades que integran a todas las edades
No es tan fácil encontrar espacios o actividades que integren a las distintas edades de los miembros de una familia como los hijos, los padres, los abuelos, etc. Pasear en un entorno natural tiene algo de magia, porque la naturaleza despierta los intereses de todos. Mucho de eso tiene que ver con que te conectas con el presente, con tu interior y con lo que te rodea. Además compartes cosas en las que muchas veces te hacen convertirte en un equipo, como al remar una canoa o llegar juntos hasta una cascada, por mencionar unos ejemplos.
4. Mamá no tiene que cocinar (sí… todavía aplica)
¿En tu familia todavía es mamá la encargada de preparar la comida? Dale la bievenida al siglo XXI y sé tú quien esté a cargo. Puedes llevar todo listo para hacer un picnic o apoyar a algún restaurante local que depende del turismo. Prepáralo en función al destino, a lo que les guste comer y al presupuesto.
5. Contribuyes a la salud mental y física de la familia
El gimnasio no es para todos y a veces la pereza nos vence para estar activos los fines de semana. El salir de paseo te obliga a dejar de escanear las noticias de las redes sociales o poner la serie en pausa por un momento. Tu cuerpo funciona mejor al estar más activo a través de una caminata, remando en un bote o nadando en un río. Además, la desconexión con tu ambiente cotidiano hace que el cerebro funcione de una manera diferente. Por dar un ejemplo, el tener que concentrarte en tus pasos en un terreno irregular, o por el nivel de conciencia sobre tu propio bienestar en actividades de riesgo, hace que te enfoques en el presente y en el lugar, permitiendo que las tensiones del día a día bajen.
Anímate por un festejo diferente, con momentos, memorias y fotografías que quedarán para siempre.

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