Niños que mueven corazones

En Escape Natura compartimos información para que puedas salir en familia, con amigos, entre novios, solo o como prefieras. ¿Pero qué pasa con la gente que no tiene con quién salir a la naturaleza?

Esa reflexión me llevó a pensar en los niños que están lejos de su familia por situaciones de violencia, de negligencia, o que han sido abandonados por sus padres (algunos de ellos por tener una discapacidad). A pesar de sus circunstancias, es importante que vivan experiencias en un ambiente natural, con animales, plantas, agua y, por qué no, ¡hasta lodo!

Niños en Papallacta 2

Es así como nos hicimos voluntarios de Hogar Para Sus Niños para organizar paseos para niños en situación de riesgo y, apelando al buen corazón de la empresa privada, conseguimos todos los componentes para un paseo increíble.HogarParaSusNinios_PMS

Esta experiencia fue una de las más valiosas que he tenido, compartir la sonrisa de los niños no tiene comparación. Creo que a todos nos cambió un poquito la forma de ver la vida!! 🙂 Lo haría una y mil veces más.

Shiram, 24 años

Salimos temprano desde Quito al páramo de Papallacta. Nos recibió un guía que les contó a los 14 niños sobre todos los animales que se pueden encontrar en esa región. «Oso» gritaban todos al unísono al ver la foto del famoso oso de anteojos, una de las especies emblemáticas del sector. Luego, caminamos para ver en vivo y en directo animales menos exóticos, pero a los cuales pueden acercarse: unas llamas muy peludas.

Tomamos un sendero de tierra entre un bosque para llegar al río, que para muchos de los niños la irregularidad del terreno era un nuevo desafío en sus vidas. Me llamó la atención cómo el sonido les dejó sorprendidos y hasta a algunos paralizados, contemplando la fuerza del agua con fascinación.

Dale click para ver un corto de esta experiencia

Finalmente, terminamos con el momento cúspide del paseo: las piscinas de las famosas Termas de Papallacta. Desde que les fuimos a recoger en el bus en la mañana me contaron contentos «¡nos vamos a unas piscinas!» Estaban tan emocionados que colaboraban de manera impecable para poder salir lo más pronto, con algunos de los grandes apoyando a los más pequeños, como hermanos.

Niños en Papallacta 1

Me quedé admirada del trabajo de las «tías» que viven con ellos. Además del cariñoso trato que les dan, cada una de ellas cumple las labores de los padres que no están con estos niños: cambiándolos, acompañándolos al baño, cuidándolos, mimándolos. ¿Te imaginas lo que debe ser tener 6 niños o más a tu cargo en todo momento?

En esta ocasión no estaban solas. Viajamos con 6 voluntarios del Hotel Selina Quito, quienes además nos dieron unos snacks deliciosos hechos en el hotel. Nuestro gran grupo ocupó las piscinas en donde escuchabas puras risas y gritos de alegría. A pesar de conocernos por solo pocas horas, la complicidad entre los adultos y los niños era palpable. Uno de los retos que más llamó la atención de todos era el paso de las piscinas termales a unas pequeñas piscinas de agua de río (que a 3.500 metros sobre el nivel del mar son H E L A D A S !), en las que sólo duramos pocos segundos antes de salir disparados a buscar nuevamente el agua caliente.

Niños en Papallacta 3

A la hora del almuerzo, los niños «acabaron» con los grandes platos del restaurante, sin quejas y con gusto. ¿Cómo entra tanta comida en cuerpos tan pequeñitos? Probablemente la deliciosa comida, las emociones vividas y la energía gastada tuvieron su impacto.

Quiero pensar que este es un paseo que les quedará marcado en su memoria, tanto a grandes como a chicos… pero no puede ser el único. Queremos seguir trabajando con Hogar Para Sus Niños en salidas a la naturaleza.

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